POR: SHEILA GARZA
“Sale más barato prevenir que curar” me dijo en aquel entonces un funcionario del gobierno de Cuba en un viaje hace algunos años. Aún recuerdo bien esa frase en un país de condiciones económicas, sociales y políticas distintas a nuestro México, pero que me hizo pensar en cierta lógica desde aquel momento.
Esa idea de prevenir me la vendieron bien, desde ese entonces reflexioné un poco, investigué y puse como ejemplos ciertas situaciones de vida en general que podrían pasarnos como personas en cualquiera de las dos naciones, independientemente de los regímenes, el número de la población, el factor de la educación, el tema de la salud, las garantías de seguridad a los ciudadanos, entre otras cosas más.
Recuerdo bien escuchar a muchos cubanos, y vaya que hablé con cuanta mujer, hombre y niño pude, en distintas zonas del país, en suburbios diferentes de La Habana, como pasajera de un taxi de colección, en la guagua, en los autobuses públicos o privados o en las calles, donde tuviera la oportunidad de hacerlo y coincidieron todos en que el cuidado a su salud era muy bueno, que constantemente el gobierno de su comandante (refiriéndose a su Presidente de la República de Cuba que ya no era Fidel Castro) los ponía en cintura para hacer ejercicio físico, ser los mejores deportistas de alto impacto, sobresalir en las olimpiadas y mejorar sus condiciones de vida, de salud y estar en forma física y mentalmente saludables, “si estamos gordos, nos enfermamos”; “si queremos comer, hay que acudir a revisiones médicas constantemente y no es una pregunta, ni una consulta, no es si queremos o podemos, es nuestra obligación para ganarnos unos vales de comida” decía el Director General del Museo del Ron por ejemplo; así mismo un estudiante de la Universidad de la Habana nos comentaba: para fomentar el estudio tenemos que ser los mejores médicos, hay que estudiar todo el día para llenar de orgullo a nuestro pueblo y poder ganarnos el viaje de nuestros sueños”.
Y no pretendo referir que lo ideal es pertenecer a un régimen socialista como el sistema de Gobierno que tiene ese país, porque claramente vi gente ansiosa por conocer un estilo de vida nueva, llena de sueños por tener cosas materiales y entrar a la modernidad como nosotros; sin embargo y a pesar de que tienen carencias materiales evidentes me dedujeron que estaban cubiertos, que siempre hay campañas preventivas para revisar cabezas que estén libres de parásitos como los piojos por ejemplo, que son obligados a realizar trabajo físico para “no costar más” en tratamientos derivados del sobrepeso y la obesidad, que las “mujeres u hombres que ofrecen sexoservicio” tienen que realizarse periódicamente estudios para evitar las enfermedades de transmisión sexual o el VIH, de hecho y según datos de la Organización Mundial de la Salud, en junio del 2015, Cuba se convirtió en el primer país del mundo en recibir el reconocimiento oficial de la propia OMS por haber eliminado la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis como problemas de salud pública, además de que la prevalencia de la infección por el VIH en la isla caribeña ha sido siempre la más baja en las Américas y ha estado entre las más bajas del mundo. algo digno de ejemplificarse, ¿no lo cree?.
Y si Usted conoce aquel país y ha viajado por cuestiones laborales o de placer, quizás vio que están muy fregados, que tienen muchas carencias materiales, que las ciudades son viejas, que es como viajar hacia tiempo atrás por la infraestructura de sus edificios cero contemporáneos o modernos, quizás podemos tener razón en eso y no gozan de todo lo que está al alcance de nosotros como en nuestro país refiriéndome al tema del aspecto material; sin embargo, observo y me pregunto, si nosotros contamos con mejores oportunidades para poseer cosas materiales, si tenemos infraestructura de primer nivel tanto de edificios públicos o privados, si hay el chance de no ser reprimidos y obligados para asistir a consultas médicas preventivas en lugares como el IMSS o ISSSTE por ejemplo, si hay mayor número de escuelas públicas o particulares para realizar una infinidad de estudios, si contamos con un sistema político mexicano que nos permite de alguna forma tener libertad de seleccionar entre varios opciones, entonces ¿qué nos hace falta para aprovechar y ser los mejores?, ¿nos deben obligar como a los cubanos?, ¿nos tienen que condicionar para recibir servicios?, ¿ dejar tirados a nuestra suerte os obligaría a ponernos las pilas, empezar a valorar lo que nos brindan y no tomamos, ni agradecemos?, ¿nos hace falta humildad, educación, respeto y obligatoriedad como ciudadanos comunes, así como empresarios o servidores públicos?, ¿trabajamos en equipo para un bienestar común o nos da lo mismo la historia del vecino de enfrente, del compañero de trabajo, de tu empleado o de los ciudadanos a los que les debe dar atención un funcionario?, ¿qué hace falta?
Datos reportados por el INEGI establecen que durante el primer trimestre del 2020 la Población Ocupada Informal, que agrupa todas las modalidades de este tipo de empleo destacando el sector informal, el trabajo doméstico remunerado de los hogares, el trabajo agropecuario no protegido y los trabajadores subordinados que aunque trabajan en unidades económicas formales, lo hacen en modalidades fuera de la seguridad social sumaron 31 millones de personas y ese es un número bastante importante al que se debe cubrir.
Se tienen la opciones para dar a ese porcentaje de la población la oportunidad de brindarles la atención, es una suma de corresponsabilidades, del Gobierno para establecer políticas públicas acordes a las realidades que enfrenta el sector ahora en época de pandemia, con beneficios e incentivos atractivos, que no ahorquen; a los trabajadores y a sus familias para que desde casa se eduquen, cuiden de su cuerpo y su mente como algo sagrado que merece atención especial dando alimento sano y ejercicio físico como hábito de por vida, de los patrones o empresas para que se informen, conozcan y se interesen por los programas que otorgan beneficios durante la incorporación de la seguridad social de sus trabajadores que ofrece el IMSS por ejemplo, de los funcionarios y servidores públicos para que dentro de las instituciones de salud públicas o privadas se de la profesionalización, valor y amor por el lugar donde se encuentran con la mentalidad de ser los mejores en las funciones encomendadas. Si en Cuba con los pocos recursos que tienen, los ciudadanos se aplican ¿por qué no aplicarnos nosotros desde nuestras trincheras?
