POR: SHEILA GARZA
El aumento al salario mínimo para el próximo año 2021, ¿es un alivio o el tiro de gracia?.
Apenas hace unos días la Comisión de Salarios Mínimos decidió incrementar en un 15% el sueldo a los trabajadores.
El Presidente de la CONSAMI, Luis Felipe Munguía Corella explicó que para poder determinar los incrementos cada año se consideran distintos actores como representantes del sector obrero, patronal y Organizaciones No Gubernamentales, así como los aspectos macroeconómicos relativos con variables como la inflación, el PIB, la tasa de empleo, el valor del peso, entre otros; sin embargo, en esta ocasión el objetivo principal fue beneficiar a la población que menos tiene, lo que me infiere algún sentido populista y no estudiado a detalle.
El currículum de Munguía Corella lo presenta como un economista, estadista e investigador con una amplia experiencia en los temas salariales y probablemente el mérito hace que ocupe el cargo; sin embargo, la noticia del aumento salarial fue tomada de varias maneras con pronunciamientos a favor y otros en contra.
Las opiniones giran en torno al año 2020 tan complicado que se vivió a nivel nacional y estatal que aterrizó una franca crisis de salud, económica, educativa, laboral y social para todos los mexicanos en general. Derivada por supuesto a varias circunstancias, siendo la primera de ellas la pandemia del COVID 19 por supuesto.
Observo y pregunto, ¿fue el tema de la pandemia también un factor para influir en el aumento del salario en ese porcentaje?, ¿consideraron la crisis económica que vive el sector empresarial en su mayoría?, ¿tomaron en cuenta las condiciones particulares de cada entidad federativa?, ¿habrá incentivos hacia el sector empresarial para tomar esta medida sin tener afectaciones?, o simplemente ¿fue una medida para cumplir con lo solicitado en la presente Administración Federal de alcanzar una posición entre los primeros 60 países con mayores percepciones salariales sin importar la situación por la que se pase?
Parece que tal como lo ha venido diciendo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, está para servir a los pobres y ver por ellos, no está mal. Sin embargo, todas las acciones de sus políticas públicas están enfocados sólo a ese sector olvidando que es el Líder de todos los mexicanos, y aunque la mayoría de la población en México no vive en las mejores condiciones, también debe cuidar a la población que se esfuerza, que se prepara, que estudia, que por salir adelante emprende y genera sus propios recursos sin depender de trabajar en el gobierno.
Este año, los apoyos que se han entregado se enfocaron a la población adulta mayor, madres de familia solteras , jóvenes estudiantes e indígenas y aplaudo esos apoyos; sin embargo, se olvidó de incentivar a los micros, pequeños, medianos y grandes empresarios que además de tener que lidiar con deudas contraídas para sus negocios, algunos se vieron obligados a cerrar, con deuda y quedándose sin su principal medio de sustento y el de familias empleadas por ellos mismos.
Se hicieron varios ejercicios entre ciudadanos chiapanecos con pequeños comercios para que solicitaran en las páginas oficiales del IMSS y de las Secretaría de Economía y del Trabajo préstamos de programas de apoyo, sin obtener éxito alguno, porque el sistema nunca respondió o porque “no se cumplía con el perfil”.
El crecimiento económico del estado de Chiapas y su población, que por cierto está dentro de las 5 peores a nivel nacional, depende del Sector Gobierno básicamente, porque no hay industria, ni grandes empresas (salvo las de una que otra familia conocida por amasar grandes fortunas) la situación es deprimente. Y aunque la entidad ocupa el quinto lugar en mayor ocupación laboral dentro de las dependencias de gobierno con poco mas de 200 mil servidores públicos, un 20% del total de la población económicamente activa laboral¿dónde queda el resto de la ciudadanía que no trabaja dentro de las dependencias pero que suman poco mas de 1 millón de personas laborando actualmente?
Un 30 0 40% cumplen con las características de microempresas debido y de este universo más de la mitad tiene relación con el sector del comercio, y tan sólo un 10% al trabajo de manofactura y fabricación. ¿cómo quedaría la obligatoriedad de subir sueldos a los empleados, pero sumar más desventajas a la subsistencia de un negocio propio que ya pende de un hilo para seguir?.
Al recorrer el centro de la ciudad o la Avenida Central de la capital por ejemplo es desolador, cortinas cerradas, anuncios de rentas, avisos de cierres permanentes abundan. Inclusive, dentro de los centros o plazas comerciales, se ve algo similar con tiendas conocidas. ¿cómo disminuir este panorama o de qué forma se apoyará directamente a este sector si ahora debe sumar más pesos a los sueldos de sus trabajadores?, ¿la medida de incrementar lo que ganen podría ser acatada o no tomada? es probable ¿no?
Para el 2021 el salario mínimo subirá de $123.22 a $141.70; mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte pasará de $185.56 a $213.39.
